La viscosidad se puede definir como la resistencia que ofrecen las moléculas que conforman un líquido para separarse unas de otras, es decir, es la oposición de un fluido a deformarse y esta oposición es debida a las fuerzas de adherencia que tienen unas moléculas de un líquido o fluido con respecto a las otras moléculas del mismo líquido.
Un líquido se considera viscoso cuando tiene alta resistencia a fluir, es decir, cuanto mayor sea la viscosidad de un líquido, fluirá de manera más lenta sobre una superficie. La viscosidad de los líquidos disminuye con el aumento de la temperatura, lo que facilita el fluido de los mismos.
Esta propiedad es importante en la lubricación de las máquinas. Si el valor es demasiado bajo, se producirá mucho contacto entre las superficies, lo que provocará desgaste de los componentes internos. Si el valor es muy alto, la máquina puede sobrecargarse debido al esfuerzo realizado para superar la resistencia interna del lubricante.
Clasificación de la viscosidad
Por lo general, existen dos formas distintas de expresar esta propiedad, la viscosidad absoluta o dinámica y la viscosidad cinemática. La viscosidad absoluta depende de la temperatura y se determina midiendo la resistencia del líquido a fluir, cuando es sometido a una fuerza externa controlada. Para expresar esta variable se utiliza la unidad Pa/s. En cuanto a la viscosidad cinemática, se determina calculando el flujo del líquido por acción de la gravedad. Se expresa en m2/segundo.
Así mismo, a partir de la viscosidad absoluta se puede calcular la viscosidad cinemática, y viceversa. Esto se realiza utilizando el valor de la densidad del fluido. Es decir, si multiplicamos la viscosidad cinemática por la densidad del fluido, nos permite obtener la viscosidad absoluta. Por el contrario, si dividimos la viscosidad absoluta entre la densidad, obtendremos la viscosidad cinemática.
¿Qué equipo necesitamos para medir la viscosidad?
La viscosidad la determinamos con un dispositivo denominado viscosímetro o viscómetro. Este aparato permite medir la viscosidad de los líquidos y las propiedades de flujo de los mismos. Son instrumentos fáciles de operar, brindan resultados rápidos e incluso, se pueden usar en mediciones en la línea de proceso. Además, tienen variadas aplicaciones y puede ser utilizado en diferentes sustancias y materiales.
La selección del instrumento dependerá de las características de la sustancia o material que debemos medir y de la etapa del proceso donde se está realizando la medición. Por ejemplo, cuando realizamos control de procesos, se requiere la obtención de datos en tiempo real. Para esto, los viscosímetros se colocan dentro de la instalación de la planta de procesamiento, como tanques o tuberías. Por otra parte, cuando se realizan mediciones de control de calidad, con el fin de validar las condiciones de procesamiento y los estándares de calidad de un producto, los viscosímetros pueden estar ubicados en un área o laboratorio de control de productos, ya que las muestras se toman de manera aleatoria.
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